Pandemic II: un "making off" de los Survival Horror

Ya que anteriormente hablé del tema, no he podido evitar traer este minijuego del "mono loco" al blog: Pandemic II

El juego podríamos considerarlo Survival Horror... con la salvedad de que nosotros no somos la víctima, sino la plaga. Nuestro objetivo en el juego es exterminar a la raza humana en el menor tiempo posible. Podemos para ello entre virus, bacteria y parásito, cada uno con sus cosas. A medida que avanza el juego conseguiremos punto de evolución, a veces más rápido según los estragos que provoquemos. Con estos puntos de evolución, podemos comprar y eliminar síntomas, ponerle resistencias(al calor, al frío, a la humedad...) y métodos de propagación(aire, agua, insecto...). Cada síntoma es diferente, pudiendo ser más letal, infeccioso o visible, algo que hace que sea más fácil de hacer una vacuna contra nuestra epidemia. Los gobiernos, por supuesto, iran tomando medidas a medida que la gente es infectada.
Como veis, es un juego bastante macabro. El juego termina cuando ya no podemos matar a nadie más (ya se han muerto todos los infectados y ya no se puede infectar a nadie más, sea por la vacuna o porque el resto de países sanos se han aislado). Como consejo, digo que lo mejor es quitar los sintomas y poner todos los sistemas de propagación para aumentar la rapidez de expansión y luego ir comprando poco a poco resistencias. Cuando ya haya mucha gente infectada, poner síntomas letales. Por cierto, si alguien consigue infectar Madagascar, está de suerte: es muy difícil, ya que solo tiene un puerto y lo cierran nada más hay noticias de muerte. Si la enfermedad empieza en Madagascar, te va a costar mucho salir.
Otra forma de ver el juego es crear una enfermedad con ciertos requisitos y a ver que sucede con él, como por ejemplo, poner una enfermedad que produce demencia y se transmite por las ratas. Al lado izquierdo vienen noticias de que sucede en los paises, así que anotándolos tendremos un seguimiento de la plaga y se podrá escribir incluso un relato.
Bueno, a disfrutar, y no me seáis malvados...